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¿Y si le vendemos huevos a Estados Unidos?

¡El precio del huevo es un reflejo del mundo en el que vivimos!


“El hecho de que los huevos fueran tan omnipresentes y baratos es sorprendente”, escribe Annie Lowrey. “La adicción de los estadounidenses a los huevos ha sido posible sólo gracias a miles de millones de dólares de inversión en tecnología e infraestructura, así como a la pauperización de miles de millones de animales. Los avances industriales que hicieron que los huevos fueran baratos en el siglo XX son, en parte, responsables de su exorbitante coste actual”.



El precio del huevo en México y Estados Unidos


En México, el precio promedio de una docena de huevos oscila entre 40 y 50 pesos, dependiendo de la ciudad y el punto de venta. En contraste, en Estados Unidos, el precio promedio por docena de huevos en diciembre de 2024 se situó en $4.15 dólares, aproximadamente 85 pesos mexicanos, aunque en algunas regiones los precios han sido aún más elevados.


Este incremento en Estados Unidos se debe principalmente a un brote de gripe aviar que ha afectado a millones de aves, reduciendo la oferta y elevando los precios. La situación ha llevado a algunos consumidores a intentar introducir huevos desde México, a pesar de que la importación de huevos crudos mexicanos está prohibida en Estados Unidos debido a riesgos sanitarios.


Producción y regulaciones en México y Estados Unidos


Aunque México es uno de los mayores productores de huevo a nivel mundial, la exportación de este producto a Estados Unidos está limitada por regulaciones sanitarias y comerciales. Además, recientes tensiones comerciales, como la amenaza de aranceles del 25% a productos mexicanos por parte de la administración estadounidense, complican aún más la posibilidad de exportar huevos mexicanos a ese país.


Más allá de las cuestiones inmediatas de oferta y demanda, Annie Lowrey argumenta que el hecho de que los huevos alguna vez hayan sido tan baratos y abundantes es asombroso. La adicción de los estadounidenses al huevo solo ha sido posible gracias a miles de millones de dólares en inversión tecnológica e infraestructura, así como a la miseria de miles de millones de animales. Los avances industriales que hicieron que los huevos fueran baratos en el siglo XX son, en parte, responsables de su costo exorbitante hoy en día.


Historia de la producción y distribución del huevo en México y Estados Unidos


La historia de la producción y venta de huevo en Estados Unidos y México tiene diferencias clave que han moldeado el desarrollo de ambos mercados.


Antes de que los humanos distribuyeran masivamente los huevos, su transporte y perecibilidad no eran un problema. Sin embargo, a inicios del siglo XX, la cadena de suministro comenzó a industrializarse y mecanizarse, permitiendo una producción durante todo el año. Innovaciones agrícolas como el cartón de huevo ayudaron a que esta producción masiva llegara al mercado más rápidamente.


En EE.UU., la producción de huevo ha pasado de pequeñas granjas familiares a una industria altamente centralizada y tecnificada, con unas pocas empresas controlando la mayor parte del mercado. La estructura de mercado en EE.UU., con pocas empresas dominantes y sospechas de manipulación de precios, ha llevado a fluctuaciones y aumentos drásticos en el costo del huevo.
En México, aunque existen grandes productores, todavía hay una presencia significativa de pequeños y medianos avicultores que abastecen el mercado local. En México, los precios suelen estar más controlados por la oferta y demanda local, con menor impacto de la industrialización extrema.

En Estados Unidos en los años 70, había miles de pequeñas granjas productoras de huevo que competían en precio y calidad. Hoy en día, 150 empresas producen el 95% de los huevos en Estados Unidos. Solo dos compañías suministran el 90% de los pollitos, y una sola empresa establece el precio de referencia del huevo, lo que dificulta que el mercado regule los precios de manera justa. Investigaciones han encontrado evidencia de manipulación de precios y prácticas monopólicas.


La centralización y la industrialización también han agravado la crisis de la gripe aviar. En una sola granja pueden haber cientos de miles de aves apiñadas, lo que permite que el virus se propague con rapidez. Las regulaciones del Departamento de Agricultura obligan a eliminar toda una parvada si un solo ave está infectada, y el gobierno indemniza a los productores por las pérdidas. Si bien esta política ayuda a detener la propagación del virus, también reduce el incentivo de las granjas para invertir en medidas de prevención.


Crisis y respuesta gubernamental


Para enfrentar la crisis, la administración de Trump propuso un plan de cinco puntos para reducir los precios del huevo. Lowrey destaca que aumentar las importaciones sería la medida más efectiva. Sin embargo, en medio de una guerra comercial global y con la necesidad de ajustar las cadenas de suministro, no es una solución rápida ni sencilla.


Situación de la gripe aviar en México


En México, hasta diciembre de 2024, el país mantenía el estatus de "libre de influenza aviar de alta patogenicidad", según el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica). Sin embargo, la influenza aviar sigue siendo una preocupación en la región. Desde 2021, 19 países en América han reportado brotes de la cepa H5N1, afectando a millones de aves y causando infecciones humanas. Dada la proximidad geográfica y las rutas migratorias de aves, existe el riesgo de que el virus ingrese a México.


Si la gripe aviar llegara a México, es probable que afecte la producción avícola, lo que podría conducir a un aumento en el precio del huevo debido a la disminución de la oferta. Por ello, las autoridades mexicanas han instado a los productores a reforzar las medidas de bioseguridad en granjas y unidades de traspatio, y a notificar cualquier anomalía en sus aves.


Estrategias para exportar huevo a Estados Unidos


Para que México pueda exportar huevos a Estados Unidos, es fundamental implementar estrategias que aseguren la competitividad y el cumplimiento de regulaciones internacionales. Es necesario adaptar las granjas avícolas a los estándares del USDA y la FDA para garantizar la seguridad sanitaria y cumplir con los requisitos de importación. También es importante obtener certificaciones de inocuidad alimentaria reconocidas internacionalmente, como la Global Food Safety Initiative (GFSI), para facilitar la exportación.


Negociar con el gobierno de EE.UU. para flexibilizar las restricciones de importación de huevos mexicanos, especialmente en momentos de escasez, podría abrir oportunidades para los productores mexicanos. Además, es crucial implementar controles estrictos para prevenir brotes de gripe aviar y otras enfermedades que puedan ser motivo de restricciones sanitarias.


Destacar las ventajas del huevo mexicano en cuanto a precio, calidad y producción sustentable podría atraer compradores estadounidenses y distribuidores. Asimismo, desarrollar una red eficiente de almacenamiento y transporte garantizaría la frescura y seguridad del producto durante su traslado. Finalmente, explorar la exportación de huevo en polvo o pasteurizado, que tiene menos restricciones que el huevo fresco, podría representar una alternativa viable.


Si México logra implementar estas estrategias, podría aprovechar la crisis del huevo en Estados Unidos para posicionarse como un proveedor confiable y competitivo en el mercado internacional.


 

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