¿Por qué ver “Si la vida te da mandarinas”?
- anitzeld
- hace 12 horas
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La trama va despacito, como pelar una mandarina con calma. Nada apura.
Hay que ver si la vida te da mandarinas porque a veces no hay otra cosa. No porque sea poco, sino porque es lo que hay. Como en esa serie coreana de Netflix que uno empieza sin muchas ganas y termina viendo de corrido, sin entender bien por qué.
No es que te cambie la vida, pero te acompaña. Te da algo. Lo mismo pasa con las mandarinas. Uno espera naranjas, espera algo más grande, más redondo, más de anuncio. Pero llegan las mandarinas, con su tamaño raro, con su forma medio torcida, y ahí están. Y entonces hay que decidir: o las dejas en la mesa hasta que se pongan feas, o las abres y te las comes. Y capaz no era lo que buscabas, pero sí lo que necesitabas. Como esa historia donde nadie se dice lo que siente, pero igual uno entiende todo. Como eso. Como una mandarina.
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Entre sueños, desafíos y el lazo inquebrantable del amor, Ae Sun y Gwan Sik demuestran que algunos sentimientos están hechos para durar toda la vida.
La nueva serie coreana de Netflix, Si la vida te da mandarinas, estrenada el 7 de marzo de 2025, se ha convertido en una de las más comentadas del año. Protagonizada por IU y Park Bo Gum, nos lleva a través de una historia que habla del amor, la familia, el crecimiento personal y los sueños, todo ambientado en la isla de Jeju. Una vida, una país, una historia.
Ae Sun, una joven con espíritu libre, sueña con ser poeta. Gwan Sik, un hombre sencillo y protector, está siempre a su lado. La historia los acompaña durante varias etapas de su vida, desde la juventud hasta la adultez, y nos muestra cómo el amor verdadero también puede doler, transformarse y sobrevivir al paso del tiempo.
Pero este K-drama no se enfoca sólo en el romance. Va mucho más allá. Teje la historia de Corea del sur con la historia de los protagonistas. Habla de maternidad temprana, duelo, pobreza, sueños postergados, comunidad, envejecimiento y segundas oportunidades. Nos hace pensar en cómo tratamos a quienes amamos y en qué punto de nuestra vida estamos.
Si la vida te da mandarinas emociona porque es real. Porque duele en los silencios, en las cosas no dichas, en las decisiones que todos podríamos tomar alguna vez. Y también reconforta, porque hay belleza en los gestos simples, en el apoyo de los otros, en seguir adelante incluso cuando no sabemos cómo.
No todos los días aparece un dorama que te rompa de forma tan honesta y bonita. No lloras sólo por lo triste, también por la felicidad tan grande que a veces no entra en el pecho. Es una experiencia que deja huella, que te hace volver a mirar tu vida con otros ojos. Te recuerda que los sueños no tienen fecha de vencimiento y que el amor es dar, sin medida.
Tiene 10 capítulos, está disponible en Netflix, y si te dejas llevar por la historia, es muy probable que termines como muchos: con lágrimas, una sonrisa y un corazón un poco más blando.
Anitzel Díaz
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