¡Un hito para el vino mexicano! Los vinos de Querétaro son los primeros en obtener una Indicación Geográfica Protegida en México
- anitzeld
- 27 mar
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El 24 de marzo de 2025 se otorgó la Indicación Geográfica Protegida a los vinos de Querétaro, convirtiéndose en la primera región en recibir esta certificación en México. Este reconocimiento fue resultado del trabajo conjunto entre el Consejo Mexicano Vitivinícola, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial y los productores locales. Durante el evento de oficialización, Eugenio Parrodi Wiechers, presidente del Clúster Vitivinícola de Querétaro, destacó que este logro es el resultado de años de esfuerzo por parte de los vinicultores del estado.
Historia
Cuando uno piensa en vino mexicano, lo primero que viene a la mente es Baja California, con su Valle de Guadalupe y sus viñedos de renombre. Pero hay un secreto bien guardado en el centro del país: Querétaro, una región que ha conquistado su propio lugar en la producción vitivinícola, desafiando al clima y a la historia misma.
Todo comenzó en la época colonial, cuando los españoles trajeron la vid a América. Hernán Cortés, tras la conquista, ordenó plantar viñedos para garantizar el suministro de vino en la Nueva España. La iglesia jugó un papel crucial, pues el vino era indispensable para la misa, y fueron precisamente las órdenes religiosas quienes iniciaron el cultivo en distintas partes del territorio. Querétaro, con su altitud y su tierra fértil, se convirtió en un experimento interesante para el cultivo de la vid.
Sin embargo, la historia del vino en Querétaro no fue un camino recto. En 1699, la Corona española prohibió la producción de vino en sus colonias para proteger los intereses de los productores peninsulares. Fue un golpe fuerte, pero la semilla ya estaba sembrada. Con la Independencia de México en el siglo XIX, la vitivinicultura pudo resurgir, aunque a paso lento y con muchos altibajos.
No fue hasta la segunda mitad del siglo XX cuando la producción de vino en Querétaro despegó de manera seria. Empresas como Freixenet, que llegó en los años setenta, apostaron por el potencial de la región. El secreto de Querétaro radica en su altitud y su clima semidesértico. Aunque pueda parecer un ambiente hostil, la combinación de días soleados y noches frescas es perfecta para ciertas variedades de uva, especialmente las utilizadas en vinos espumosos, que hoy son una de las especialidades del estado.
En la actualidad, Querétaro es la segunda región productora de vino más importante de México, con una Ruta del Vino que atrae a turistas de todo el país y del extranjero. Sus viñedos y bodegas han puesto al estado en el mapa internacional, con etiquetas premiadas y experiencias enoturísticas que combinan tradición y modernidad.
Indicación Geográfica Protegida
El proceso comenzó en 2018 con la creación del vino Q, elaborado con uvas de distintas casas vinícolas queretanas. En 2021, se realizó un estudio técnico de la región en colaboración con la doctora María de la Soledad del Río y la Universidad Estatal de Arkansas Campus Querétaro. Durante dos años, se recopilaron datos satelitales, meteorológicos y análisis de suelos, lo que llevó a la formalización de la solicitud de la Indicación Geográfica Protegida.
Este reconocimiento permite diferenciar los vinos queretanos en el mercado global, garantizando que sus cualidades provienen del territorio, su clima y el trabajo de sus vinicultores. Santiago Nieto Castillo, director general del IMPI, señaló que Querétaro es el primer productor de vino espumoso y el tercer productor de vino en el país. La doctora María de la Soledad explicó que la calidad de estos vinos se debe a la combinación de suelos franco-arcillosos, una altitud superior a los 1,820 metros sobre el nivel del mar y técnicas de viticultura extrema.
Querétaro es la región más al sur del hemisferio norte donde se puede producir vino, fuera de la franja vitivinícola tradicional de hasta los 30° de latitud norte. Esta certificación refuerza la presencia de Querétaro en el mapa mundial del vino y confirma su autenticidad y calidad.
Así que la próxima vez que brindes con una copa de vino mexicano, vale la pena preguntarse si no vendrá de alguna de esas tierras queretanas donde el sol y la altura han hecho posible lo que parecía imposible: un gran vino en el corazón de México.
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