El Colapso Diplomático: La Humillante Bronca entre Trump y Zelenski en la Casa Blanca
- anitzeld
- 1 mar
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Actualizado: 1 mar
Así la diplomacia hoy; la "no reunión" Trump-Zelenski ha dejado una sensación de perplejidad en el mundo entero.

El humillante regaño delante de las cámaras en el Despacho Oval del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su vicepresidente, J. D. Vance, a Volodímir Zelenski, y la marcha del líder ucranio de la Casa Blanca sin firmar el acuerdo previsto de cooperación sobre recursos minerales, ha mostrado en carne viva las profundas divisiones entre la Administración estadounidense y Ucrania. El encuentro, que se desarrolló el 28 de febrero de 2025, fue un espectáculo tenso y sorprendente, con ambos líderes involucrados en una confrontación pública que ha dejado una huella indeleble en el panorama diplomático global.
La reunión comenzó de manera protocolaria, con un breve saludo entre Trump y Zelenski, pero la cordialidad inicial rápidamente se convirtió en una creciente tensión. Zelenski, visiblemente incómodo, se sentó al lado de Trump durante la comparecencia inicial con los medios de comunicación. Las primeras preguntas giraron en torno a la guerra en Ucrania y las posibles negociaciones de paz con Rusia. Sin embargo, la situación se complicó cuando el tema de las garantías de seguridad que Ucrania requería a cambio de su cooperación en recursos naturales, particularmente las 'tierras raras', comenzó a ser discutido.
Zelenski expresó su desconfianza sobre un "alto el fuego sin garantías", lo que molestó profundamente a Trump, quien comenzó a defender su postura pacifista, intentando mostrarse como un "hacedor de paz". Trump intentó equiparar a Rusia y Ucrania en términos de responsabilidad sobre la guerra, lo que provocó un choque inmediato con Zelenski, quien no pudo ocultar su frustración ante lo que consideraba una postura complaciente con Rusia.
La tensión escaló aún más cuando el vicepresidente, J.D. Vance, defendió la diplomacia estadounidense y los esfuerzos de su administración. Zelenski aprovechó la ocasión para cuestionar la ocupación ilegal de Crimea por parte de Rusia, en 2014, un tema delicado que Trump trató de minimizar, recordando de manera errónea que la ocupación ocurrió en 2015. La discusión se tornó más acalorada cuando Zelenski criticó las fallas de los acuerdos de alto el fuego previos, lo que provocó la furia de Vance, quien acusó al líder ucraniano de ser irrespetuoso al cuestionar públicamente la postura de Estados Unidos ante las cámaras.
Trump interrumpió entonces de manera abrupta, acusando a Zelenski de "no estar en posición de nada" y de jugar con "la vida de millones" al no aceptar sus propuestas de paz. El presidente estadounidense, en un tono agresivo, continuó acusando a Ucrania de estar perdiendo la guerra y sugirió que Zelenski no había mostrado suficiente agradecimiento por la ayuda militar de EE.UU. Mientras tanto, Vance añadió que Zelenski debería estar más agradecido por el apoyo y que su actitud no estaba ayudando a la situación.
En un momento, Trump ridiculizó a Zelenski, imitando burlonamente su postura sobre el alto el fuego, sugiriendo que si Ucrania tuviera la capacidad de aceptar una paz ahora, debería hacerlo para detener la violencia. Las acusaciones de Trump y Vance fueron tan intensas que el presidente ucraniano apenas pudo responder, con su rostro reflejando la incomodidad y desconcierto por la virulencia del intercambio.
Al final, Zelenski, visiblemente afectado, abandonó la Casa Blanca sin haber firmado el acuerdo sobre recursos minerales, una cooperación clave que había traído al líder ucraniano a Washington. El encuentro, que prometía ser un paso importante en las relaciones entre ambos países, terminó en un rotundo fracaso, con ambas partes levantándose apresuradamente, sin acuerdo y con un panorama diplomático más incierto que nunca.
Zelenski, tras el incidente, intentó calmar las aguas con un mensaje en las redes sociales agradeciendo a EE.UU. por la invitación y el apoyo, aunque su salida de la Casa Blanca fue rápida y sin despedidas oficiales. Por su parte, Trump no dudó en continuar sus ataques a Zelenski a través de sus redes sociales, sugiriendo que el presidente ucraniano no estaba listo para la paz y que debería regresar cuando estuviera preparado para negociar de manera más constructiva.
La "no reunión" Trump-Zelenski ha dejado una sensación de perplejidad en el mundo entero, con las relaciones entre EE.UU. y Ucrania en un punto crítico. Este incidente no solo ha arruinado una posible alianza estratégica sobre recursos naturales, sino que también ha puesto de manifiesto las profundas diferencias en la forma en que ambos líderes ven la guerra en Ucrania y la relación con Rusia, dejando un futuro incierto para la diplomacia global.
Hace un siglo, un sociólogo alemán explicó cómo Donald Trump entiende el mundo, escribe Jonathan Rauch: "Trump está instalando lo que los académicos llaman patrimonialismo."
"Incluso aquellos que esperaban lo peor de su reelección (yo entre ellos) esperaban más racionalidad," escribe Rauch. "Hoy, está claro que lo que ha sucedido desde el 20 de enero no es solo un cambio de administración, sino un cambio de régimen: un cambio, es decir, en nuestro sistema de gobierno."
El principal exponente contemporáneo del patrimonialismo, al menos hasta el 20 de enero de 2025, ha sido Vladimir Putin. "En la primera parte de su mandato, él manejó el estado ruso como un negocio personal," escribe Rauch. "Las burocracias estatales y las empresas privadas continuaron funcionando, pero el principio real de gobernanza era 'Mantente bien con Vladimir Vladimirovich… o te irá mal.'"
"Entender el patrimonialismo es esencial para derrotarlo. En particular, tiene una debilidad fatal que los demócratas y otros opositores de Trump deberían hacer su principal y constante línea de ataque," escribe Rauch. "La corrupción es el talón de Aquiles del patrimonialismo porque el público lo entiende y no le gusta," continúa. "No es una abstracción como ‘democracia’, ‘Constitución’ o ‘Estado de derecho’. Muestra que el gobierno se maneja para ellos, no para ti."
Anitzel Díaz
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