¿Cómo América le está cobrando a Elon Musk su soberbia?
- anitzeld
- 24 mar
- 3 Min. de lectura
América le está pasando factura a Elon Musk. Desde que llegó a la Casa Blanca, los ataques contra Tesla han ido en aumento. No se trata solo de protestas o boicots, ahora hay incendios en concesionarios y actos de vandalismo en las calles. Muchos dueños de Tesla han decidido cambiar de marca. La tendencia es clara: Tesla pierde terreno en Estados Unidos.
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Tesla bajo ataque
Las agresiones contra concesionarios y vehículos de Tesla han aumentado en las últimas semanas. En Las Vegas, un hombre vestido de negro lanzó cócteles Molotov y disparó contra varios autos de la marca. Al menos cinco resultaron dañados, dos quedaron envueltos en llamas. La Oficina del Sheriff investiga el caso y confirma que hubo uso de armas de fuego.
“El sospechoso se acercó al negocio vistiendo ropa completamente negra y utilizó lo que parecían ser cócteles Molotov y un arma de fuego para llevar a cabo su ataque. Al menos cinco vehículos Tesla resultaron dañados, incluidos dos que quedaron envueltos en llamas. Como mencioné antes, todavía estamos en el proceso de recopilar pruebas, pero parece que el sospechoso disparó al menos tres veces contra distintos vehículos Tesla. Así que sí creemos que se usó un arma de fuego”. Fragmento de la rueda de prensa que la Oficina del Sheriff de Las Vegas ofreció
Elon Musk ha cambiado la imagen de Tesla. Lo que antes era símbolo de innovación y energía limpia, ahora es visto por muchos como el coche oficial del trumpismo. Su llegada al gobierno de Trump y su papel en los despidos masivos dentro del Departamento de Eficiencia Gubernamental han profundizado la polarización. Las acciones del magnate han generado reacciones extremas y Tesla está pagando las consecuencias.
Musk se pronunció en redes sociales tras el último ataque. Dijo que la violencia es injustificada y acusó a la izquierda de fomentar el odio. En una entrevista, fue más allá y sugirió que hay “fuerzas más grandes” financiando estos ataques. No presentó pruebas, pero señaló al Partido Demócrata como posible responsable.
El presidente Trump respaldó las palabras de Musk y aseguró que los responsables de estos ataques están siendo pagados por intereses políticos. Anunció que su administración considerará estos actos como “terrorismo doméstico”. La fiscal general Pam Bondi también se ha sumado a esta postura y el FBI ha intensificado la vigilancia en concesionarios de Tesla.
Los ataques contra Tesla han ocurrido en varios estados. En Oregón, un concesionario sufrió disparos e incendios. En Colorado, una mujer fue arrestada por arrojar cócteles Molotov y pintar “Nazi cars” en un establecimiento de la marca. En Kansas City, incendiaron dos Cybertrucks. Dueños de Tesla denuncian actos de vandalismo y hostigamiento en redes sociales.
Este cambio de percepción puede representar una oportunidad clave para los fabricantes tradicionales y las nuevas empresas de vehículos eléctricos. La caída en la popularidad de Tesla podría abrir un espacio significativo para que otras marcas ganen terreno en el competitivo mercado automotriz.
Aunque Tesla sigue siendo una potencia en la industria automotriz, este fenómeno podría ser una señal de advertencia para la compañía. Si bien el porcentaje de abandonos aún es bajo en términos absolutos, el crecimiento acelerado del fenómeno no debe ser subestimado. Los competidores están listos para capitalizar cualquier debilidad que muestre la marca, especialmente en un momento donde la percepción pública puede jugar un papel crucial en la toma de decisiones de compra.
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